En 2021, Black Widow llegó a los cines como una especie de despedida para Natasha Romanoff, interpretada por Scarlett Johansson, pero también como una puerta abierta hacia nuevos personajes del universo Marvel. Más allá de ofrecer detalles sobre el misterioso pasado de Natasha, la película introdujo a Yelena Belova y Guardián Rojo, quienes han ganado protagonismo en el panorama actual del UCM. De hecho, ambos formarán parte del próximo gran crossover cinematográfico titulado Thunderbolts*, donde compartirán pantalla con otros personajes como Bucky Barnes, Taskmaster, US Agent, Guardían Rojo, Valentina Allegra de Fontaine y el Fantasma.

Recientemente, Andy Park, uno de los ejecutivos creativos de Marvel Studios y reconocido ilustrador, reveló que Thunderbolts será “una especie de secuela de Black Widow”, reforzando la idea de que la historia de Natasha no terminó con su muerte en Endgame, sino que ha dado paso a nuevas historias con una fuerte conexión emocional y temática con su legado.

Black Widow Yelena

Pero con todo este revuelo, no han sido pocos los fans que se han preguntado: ¿por qué ahora hay otra Viuda Negra? ¿Qué pasó con Scarlett Johansson? Si no estás al día con las series y películas recientes del UCM, es posible que la aparición de Yelena Belova como nueva portadora del manto te haya sorprendido. En este artículo te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre esta nueva Viuda Negra, su origen, y por qué su presencia en Thunderbolts es mucho más que una simple sustitución.

La habitación roja, el origen de las viudas negras

Durante décadas, la Habitación Roja fue una de las instituciones más temidas del espionaje soviético en el universo Marvel. Ubicada en algún rincón oculto del bloque oriental, esta instalación secreta fue creada por la KGB para transformar niñas huérfanas en asesinas de élite. El programa, liderado por figuras como el profesor Grigor Chelintsov y la bioquímica Lyudmila Kudrin, no solo las entrenaba físicamente, sino que manipulaba sus mentes con recuerdos falsos, implantes emocionales y mejoras bioquímicas. Así nacieron las Viudas Negras, agentes letales como Natasha Romanoff, que pensaban haber vivido una vida común mientras eran programadas para matar.

En la línea argumental desarrollada por Richard K. Morgan, las viudas eran enviadas a infiltrarse en Occidente como operativas durmientes. La crudeza del programa se refleja en el hecho de que muchas eran descartadas sin miramientos si no cumplían con los estándares. Natasha solo sobrevivió porque demostró una fuerza de voluntad inusual, incluso al ser manipulada por la Encantadora. Todo esto explica por qué el legado de la Habitación Roja sigue vivo, incluso tras su aparente destrucción.

En el UCM, la organización fue comandada por Dreykov, quien manipuló y controló a miles de mujeres mediante un complejo sistema de feromonas y control mental. Aunque Natasha y Clint Barton creyeron haberla destruido, la Habitación Roja sobrevivió y siguió operando hasta que fue nuevamente desmantelada en Black Widow (2021).

Y es justamente por este pasado que hay otra Viuda Negra en Thunderbolts. Yelena Belova es una de las muchas víctimas del programa, pero también una de las pocas que logró liberarse. Su historia no es solo un cabo suelto en la historia de Natasha, sino una continuación directa de la sombra que dejó la Habitación Roja. Si hay otra Viuda Negra en Thunderbolts, es porque esa oscuridad todavía no ha sido del todo erradicada.

Yelena Belova y Natasha Romanoff en “Black Widow” del 2021

La película Black Widow del 2021 sirvió como una pieza clave para cerrar el arco de Natasha Romanoff dentro del UCM, al mismo tiempo que expandía el legado de las Viudas Negras. Desde sus primeras escenas, se nos muestra a Natasha y Yelena como parte de una familia falsa en Ohio, criadas por dos agentes encubiertos rusos: el supersoldado Alexei Shostakov y la experta espía Melina Vostokoff. Esta “familia” fue una fachada, pero las experiencias compartidas durante esos años dejaron una huella emocional profunda, especialmente en Yelena.

Tras el desmantelamiento inicial de la Habitación Roja, ambas hermanas siguieron caminos distintos. Natasha desertó y se convirtió en Vengadora, mientras que Yelena permaneció bajo el control de Dreykov hasta mucho más tarde. El reencuentro entre ambas, en pleno contexto de huida y persecución, se siente auténtico, como el choque de dos mujeres moldeadas por el mismo dolor pero con visiones distintas del mundo. Es en ese reencuentro que se empieza a sembrar la idea de que hay otra Viuda Negra en Thunderbolts, una que podría tomar el relevo, no por designación, sino por convicción.

La película no solo se enfoca en cerrar heridas del pasado, sino también en abrir una puerta hacia el futuro del UCM. Yelena Belova, interpretada con una mezcla de dureza y humor por Florence Pugh, se convierte en un personaje esencial para lo que viene. Su determinación para liberar a las otras viudas, su enfrentamiento con Dreykov y su evolución emocional marcan su paso definitivo hacia algo más grande. Después del sacrificio de Natasha en Endgame, era necesario llenar el vacío que dejó una de las Vengadoras originales. Yelena no es solo una sucesora simbólica; es una nueva fuerza. Y es por eso que hay otra Viuda Negra en Thunderbolts: porque el legado continúa, aunque no de la forma que muchos esperaban.

Yelena adopta el manto de Natasha a su manera en Thunderbolts*

Comprender por qué hay otra Viuda Negra en Thunderbolts requiere observar la evolución natural del Universo Cinematográfico de Marvel. Con la muerte de Natasha Romanoff en Endgame, el legado de la Viuda Negra no podía simplemente desaparecer. Como ha ocurrido con otros personajes emblemáticos —como Sam Wilson tomando el escudo de Steve Rogers—, la narrativa avanza y se adapta. En este caso, el manto pasa a Yelena Belova, marcada por el dolor, la pérdida y una historia compartida con Natasha, pero también por una personalidad única que no intenta imitar, sino reinventar.

Yelena no es una copia de Natasha, ya que desde su primera aparición ha mostrado un enfoque directo, sarcástico y a veces brutal. Esa intensidad emocional y física se vuelve central en Thunderbolts, donde vemos que hay otra Viuda Negra en Thunderbolts, pero una que no busca redención del mismo modo que lo hizo su predecesora. En cambio, Yelena actúa según sus propios códigos, y aunque aún carga con cicatrices emocionales, demuestra que puede liderar incluso en un entorno tan hostil y desordenado como el de este nuevo equipo.

El equipo Thunderbolts, con miembros como John Walker y Bucky Barnes, se aleja del idealismo clásico de los Vengadores. Este grupo acepta su lado oscuro, y eso incluye a Yelena. A lo largo del filme, se espera que lidie con dilemas morales mientras intenta hacer lo correcto a su manera. Esta dualidad es parte del atractivo: no es la Viuda Negra que conocíamos, pero es la que el UCM necesita en esta etapa de transición. Con Florence Pugh al frente, la película promete acción intensa y momentos de introspección.