El episodio 2 de la segunda temporada de Loki vino cargada de muchas referencias y sucesos que realmente dan pie a la reflexión. Uno de ellos sucede casi a la mitad del episodio, cuando se nos revela que Sylvie, luego de escapar de los aposentos de “El que permanece”, se reubicó en otra línea temporal. En este caso, eligió una realidad ubicada en el año 1982, en la pequeña comunidad de Broxton, Oklahoma.
Una vez llego a esta línea temporal, Sylvie se adentró directamente en un local de comida perteneciente a la franquicia conocida como McDonalds, donde pidió algo de comida y algún punto comenzó a trabajar también. Pero, ¿Por qué una diosa con tanto potencial destructivo decidió trabajar siquiera? ¿Acaso todo forma parte de un plan aún mayor? Pues bien, a lo largo de este artículo te explicaremos en profundidad la razón detrás de por qué Sylvie trabaja en un McDonalds.
El asesinato de aquel que permanece
Retornando a la primera temporada de la serie, recordemos que Loki y su versión alternativa Sylvie lograron llegar al final de la línea temporal. Lugar en el cual se encontraban los aposentos de “El que permanece”, quien con suma tranquilidad dejaría su “destino” en las manos de ambos dioses. Por un lado, Loki creía que los dos podían cambiar, y que a lo mejor esta elección no era más que el primer paso, hacia un camino lejos del sufrimiento y la maldad. Sin embargo, Sylvie guardaba un profundo resentimiento hacia el conquistador, alegando que él era el causante de todas las desgracias en el universo, razón por la cual engaño a su variante, enviándolo a la TVA y finalmente asesinado a “El que permanece”.
Aunque en un principio podía parecer que Sylvie se quedaría atrapada en el final de toda la existencia, lo cierto es que logró escapar sin dejar ni un solo rastro de su aura temporal. Por esta razón, su presencia desapareció del tiempo y el espacio, convirtiéndola en una especie de fantasma cuya localización era totalmente desconocida. Fue únicamente gracias a los esfuerzos de Loki y Mobius para extraer información de Brad Wolfe, que se descubrió que Sylvie trabaja en un Mc’Donalds en el año 1982.
Búsqueda del libre albedrío
La razón detrás de la decisión tan radical que tomo Sylvie al matar a “Aquel que permanece” se guio en cierta parte por la venganza, sí, pero también por su necesidad de control sobre una vida que siente, no le pertenecía. Si todas las líneas temporales ya fueron escritas, así como todo su destino, entonces Sylvie, Loki y todas sus variantes siempre estarían condenadas a vivir entre tristeza y amargura. Precisamente, esto es lo que Sylvie quería evitar a toda costa, con el fin de vivir una vida simple y tranquila, lejos del caos y la destrucción que vienen atados a su título como diosa de las mentiras.
En una reciente entrevista a Kevin Wright (Uno de los productores ejecutivos de la segunda temporada de Loki), este dijo lo siguiente: “Cuando nos ponemos en el lugar de esta protagonista, una mujer que escapó de su infancia y que ha estado inmersa en una carrera contra el tiempo. Viviendo como una fugitiva temporal, enfrentando un apocalipsis constante, sin poder tomarse siquiera un pequeño respiro. La idea de dar un paso tranquilo en dirección a un McDonald’s de la década de 1980 se le antojaba tentadora y novedosa».
Dicho de otra manera, Sylvie trabaja en un Mc’Donalds por mero gusto, porque fue privada de todas esas vivencias simples que un joven adulto tiene. Cumplir con un horario laboral, tener responsabilidades financieras, lidiar con situaciones inesperadas, pagar cuentas, ayudar a tus compañeros, entre muchas otras cosas. Aunque su sueño ideal fue perturbado con la llegada de sus excompañeros de la TVA, lo cierto es que, al menos por un par de días, Sylvie obtuvo lo que siempre había deseado, vivir en paz.